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A juzgar por sus huellas, este dinosaurio estaba visiblemente herido

Un equipo de paleontólogos anuncia el descubrimiento de seis nuevas huellas de dinosaurios. Su análisis sugiere que el animal que los imprimió en el suelo sufrió una lesión en el pie izquierdo. Como resultado, tuvo que ajustar su forma de andar. Los detalles del estudio se publican en la revista PLOS ONE.

Huellas y patologías

Las huellas fósiles son una excelente fuente de información sobre el comportamiento de los animales antiguos y, en particular, sobre sus patologías. Algunos, relacionados con malformaciones, han sido reportados en afloramientos del Triásico al Cretácico en las últimas décadas. La mayoría de los casos enumerados se refieren a patologías que producen una alteración importante en la forma de la impresión tanto por lesiones como por causas congénitas o biomecánicas (es decir, lesiones o amputaciones).

También existen otras patologías, no necesariamente relacionadas con los pies, que producen alteraciones en la disposición. Un dinosaurio viejo, enfermo o que haya sufrido lesiones musculares o nerviosas en el resto del cuerpo también podría cambia tu estilo de caminar, favoreciendo el uso de un miembro sobre otro, por ejemplo. En algunos casos, esto puede causar una sutil diferencia en la longitud de las huellas impresas en el suelo. Por otra parte, existen pocos ejemplos de patologías complejas que asocien malformaciones y alteraciones en una larga huella de dinosaurio, ya que la mayoría de los informados se basan en una a tres huellas.

En un nuevo estudio, un equipo dirigido por el paleontólogo Carlos M. Herrera-Castillo, de la Universidad Autónoma de Madrid, describe una pista anómala que incluye seis huellas impreso por un dinosaurio terópodo no identificado. Estas estampas fueron realizadas en la localidad de Las Hoyas, en España. Se trata de una pequeña cuenca de la Formación La Huérguina, datada del 129 a 127 millones de años. El área es bien conocida por los paleontólogos debido a los cuerpos fósiles excepcionalmente conservados cuya diversidad va desde algas hasta vertebrados acuáticos y terrestres.

Un dinosaurio claramente herido

Para este trabajo, los investigadores utilizaron varias técnicas para describir y modelar las vías y compararlas con otras. Según sus análisis, las huellas realizadas por el pie derecho muestran claramente los tres dedos que se esperan de este tipo de dinosaurio. En cambio, señalan que el dedo más interno del pie izquierdo está representado únicamente por marcas extremadamente cortas y de forma irregular en el sedimento. Según ellos, esto indica una lesión o deformidad de este dedo del pie.

huellas de dinosaurio
Como se ve en esta imagen, en lugar de estar extendido hacia adelante, el segundo dedo del pie estaba curvado hacia atrás. Todas las huellas del pie izquierdo muestran esta deformación, a diferencia de las huellas del derecho. Créditos: Universidad Autónoma de Madrid

Además, las huellas son más lejos que las típicas huellas de terópodos. Nuevamente, esto sugiere que este dinosaurio estaba lo suficientemente herido como para tener que ajusta tu paso en consecuencia. Esta hipótesis también está respaldada por ciertas deformaciones en las huellas derechas, lo que indica que el animal puso más peso en este lado. Finalmente, los autores señalan que también se observan deformidades similares en los dedos de los pies y comportamientos compensatorios en las aves modernas, y que los pies de terópodos fósiles a menudo se encuentran con heridas en los dedos más internos.

En conjunto, todas estas observaciones sugieren que este dinosaurio sí resultó herido. Este trabajo también arroja luz sobre cómo estos animales antiguos encontraron formas de sobrevivir a pesar de los contratiempos patológicos.


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