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A los 11 años, inventa alimentos para animales con restos de mariscos.
En Malasia, una joven apasionada por la ecología está en el origen de un invento que ya ha ganado tres premios. Utilizando desechos de restaurantes de mariscos, ha desarrollado un alimento económico que es una alternativa atractiva para que los criadores alimenten a sus animales.
Un circulo virtuoso
A veces, los niños pueden ser muy ingeniosos. Además, no faltan ejemplos en esta área. Citemos, por ejemplo, a las dos jóvenes indias de 14 años que hicieron un descubrimiento excepcional en 2020 como parte de un proyecto en asociación con la NASA. El dúo de hecho sacó a la luz un nuevo asteroide que se dirige hacia nuestro planeta. Más recientemente, los medios malasios Says relataron la historia de Maryam Muzamir, de 11 años, en un artículo del 9 de septiembre de 2021.
Sobre los diversos confinamientos en relación con la actual crisis de salud, se tomó el tiempo para desarrollar un concepto que toma el nombre de YAM 2.0. Se trata de una invención destinada a los profesionales de la cría para quienes la alimentación de los animales resulta muy cara con productos a menudo de baja calidad. Maryam Muzamir, por lo tanto, creó un tipo de comida barata mediante el reciclaje de desechos de mariscos.

Una alternativa ganadora de múltiples premios
Un día, Maryam Muzamir acompaña a sus padres a un restaurante y descubre que todos los días, muchos mariscos y otros mariscos terminar su carrera en la basura. Influenciada en su vida diaria por la activista medioambiental Greta Thunberg, la joven malaya comienza a pensar en lo que sería posible hacer con todo este desperdicio. Al descubrir un artículo que trata sobre la composición de las conchas marinas, Maryam Muzamir descubre que contener nutrientes que podría beneficiar a los animales.

Al mismo tiempo, la niña sabe que el sector ganadero en Malasia sufre de falta de alternativas. Los productores que desean alimentar a sus animales con productos de calidad se enfrentan a precios excesivamente altos y, lamentablemente, recurren a productos de gama baja. Así, Maryam Muzamir se compromete a procesar y transformar parte del 15.000 toneladas de desperdicio de alimentos que Malasia produce todos los días.
Por lo tanto, su invento ofrece una alternativa económica para los criadores y permite reciclar montañas de desperdicios de alimentos. Por su trabajo, Maryam Muzamir ha ya recibió tres premios, a saber, la Medalla de Oro del Concurso Internacional de Innovación e Invención (Ican) en Toronto (Canadá), el Premio Especial Canadiense y el Premio al mejor inventor joven.
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