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Así es como debería ser una experiencia veterinaria “amigable con los gatos”
Si alguna vez tuvo que llevar a su gato al veterinario, probablemente sepa que puede ser bastante problemático, incluso traumático. Estás nervioso, lo que pone nervioso a tu gato y convierte todo el viaje en una experiencia difícil; además, está la incertidumbre de no saber cómo resultarán las cosas. Sin embargo, no tiene por qué ser así, según los expertos en felinos. En un nuevo estudio, un equipo de investigadores propuso una guía con muchos consejos prácticos que puedes usar.

Las “Pautas amigables con los gatos” son una especie de libro de reglas desarrollado por la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM) y la Asociación Estadounidense de Médicos Felinos (AAFP). Incluyen sugerencias tanto para profesionales veterinarios como para dueños de gatos para hacer de las visitas a la clínica veterinaria una experiencia fluida y sin muchas dificultades.
Las directrices están redactadas por expertos en medicina clínica y comportamiento felino, que han realizado una extensa revisión de la literatura y también se han basado en su propia experiencia como parte del Programa de prácticas amigables con los gatos – una iniciativa global para mejorar el cuidado de los gatos mejorando el entorno y la experiencia, así como reduciendo sus niveles de estrés.
“Las interacciones amigables con los gatos implican considerar la salud emocional y cognitiva a lo largo de la visita al veterinario, incluso antes de abandonar el hogar del paciente”, se lee en las pautas. “La primera visita veterinaria puede impactar a un animal joven de por vida. Una experiencia veterinaria negativa en cachorros puede afectar su bienestar a largo plazo”.
Mejores prácticas para una visita al veterinario
Las pautas, ilustradas con muchas imágenes de clínicas amigas de los gatos en todo el mundo, reconocen que el bienestar mental de los gatos es tan importante como su salud física. Pusieron la experiencia emocional del gato al frente de las interacciones con los veterinarios, un enfoque que puede ayudar a los dueños de mascotas y a los veterinarios a comprender mejor la perspectiva del gato.
Para ser amigable con los gatos, todos en el veterinario y también el dueño de la mascota necesitan comprender a los gatos, no solo como individuos sino también como especie. Gran parte de su comportamiento proviene de su antepasado salvaje, Felis silvestris lybica, especialmente su preferencia por depender de sí mismos para su protección. La previsibilidad y el control contribuyen a la seguridad percibida.
Cuando esta no es una opción, como cuando van a una clínica veterinaria, los gatos intentan esconderse o posarse para evaluar el entorno desde arriba. Las pautas ofrecen muchos consejos prácticos sobre cómo minimizar las experiencias negativas y, en cambio, promover las positivas. Para ello, educar al dueño de la mascota es tan necesario como trabajar con el gato.
La lista incluye la reducción de la estimulación visual; incluso las fotos de gatos y otros animales pueden verse como amenazantes. Los gatos deben mantenerse alejados de pacientes ruidosos y equipos clínicos ruidosos, y la vocalización humana debe ser suave, suave y lenta. Eliminar los olores de los perros y otros gatos puede crear un ambiente tranquilizador.
El equipo veterinario debe permanecer “centrado en el gato” durante todas las interacciones. Esto significa ser consciente de las áreas de contacto preferidas del gato, especialmente en la región de las glándulas faciales, que producen feromonas que se utilizan en la vinculación social. Esto puede fomentar emociones positivas durante el examen clínico, además de evitar el contacto visual directo.
Las pautas también sugieren permitir que el gato permanezca en la parte inferior del transportador si así lo desea, y usar toallas o una cama para gatos con un tobogán alto para fomentar una sensación de espalda oculta y protegida. Una experiencia adversa durante una visita al veterinario, como el desencadenamiento de dolor o miedo, puede hacer que el gato se vuelva muy reactivo en futuras visitas.
El concepto de “cuidado cooperativo” también se introduce en las pautas como el futuro de “amigable con los gatos”. Esto requerirá desarrollar nuevas habilidades, tanto en el hogar como en el veterinario, para ayudar a los gatos a sentirse más relajados y en control en situaciones en las que pueden tener miedo. También se sugiere a los veterinarios que hagan cambios en su entorno para mejorar la experiencia de los gatos.
Las directrices se puede acceder aquí.
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