En los últimos años, la inteligencia artificial ha avanzado constantemente en términos de progreso. Hoy en día, todas las empresas pueden beneficiarse de esta tecnología en muchas industrias.

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Muchas posibilidades

AI ya esta democratizado con respecto a asistentes de voz, chat-bots, traducción automática, reconocimiento facial (y de imagen), vehículos autónomos y la industria bancaria. Otras áreas pueden beneficiarse de ella, como el mantenimiento predictivo, la agricultura, la optimización de la prospección comercial o la asistencia al diagnóstico médico. Que se diga, existe fuertes lazos entre la inteligencia artificial y los beneficios empresariales.

Hoy, las empresas pueden Ampliar las capacidades de sus empleados. ¿Cómo? ‘O’ ¿Qué? Liberándolos de tareas repetitivas, a menudo de escaso valor añadido. También puede tratarse de mejorar su modelo de negocio asociando inteligencia artificial a los datos y la experiencia humana. En el comercio, los algoritmos son indudablemente útiles para las fuerzas de ventas. Tienen la capacidad de dirigirse a los clientes potenciales adecuados y saber qué clientes necesitan una atención especial.

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Crédito: metamorworks / iStock

Algunos ejemplos asombrosos

La inteligencia artificial también se puede utilizar para algunos empresas de transporte o taxis, en términos de seguridad. Por ejemplo, el algoritmo desarrollado por Nauto observa los peligros externos, pero sobre todo el comportamiento del conductor y, en particular, la conducción distraída (por ejemplo, la fatiga). El objetivo es identificar un posible riesgo y advertir al conductor rápidamente mediante notificaciones. Con el análisis en vivo, se convierte en una cuestión de rreducir el tiempo de reacción del conductor en caso de peligro inminente.

A veces encontramos IA en sectores bastante sorprendentes. Por ejemplo, mencionamos esta inteligencia artificial, creando y comercializando muchas camisetas inspiradas en el estilo de vida neoyorquino. AI maneja casi todo, desde el diseño hasta el marketing y el logotipo de la marca. Otro ejemplo es la destilería sueca Mackmyra. Esto comercializó el primer whisky producido por una IA. Este último generó no menos de 70 millones de ingresos antes de elegir uno de los más interesantes según muchos criterios.