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el papel dominante de las prácticas agrícolas
Al contrario de lo que se podría pensar, los incendios forestales que han asolado la Amazonía en los últimos años están más vinculados a la deforestación y prácticas agrícolas de tala y quema que a episodios de sequía del suelo. Estas son las lecciones aprendidas de dos estudios publicados recientemente en la revista Ecología Global y Biogeografía.
Las investigaciones realizadas escrupulosamente por los investigadores se hicieron públicas los pasados meses de julio y agosto. Estos nos enseñan que es sobre todo la mano del hombre y no el cambio climático la que está en la raíz de estos devastadores incendios, en particular en Brasil y Bolivia, que albergan casi el 70% de la selva amazónica.
” Vemos que el fuego se usa en la agricultura para renovar la vegetación, principalmente en los pastos y especialmente en Brasil, pero sin un manejo adecuado del fuego, lo que aumenta el riesgo de que el fuego escape al bosque adyacente y empezar incendios “Informa Marcus Silveira, autor principal de uno de los estudios.
Los incendios se correlacionan mejor con áreas deforestadas que con áreas con déficit hídrico
Estos resultados son buenas y malas noticias. bueno porque significacon una mejor gestión de la selva amazónica y su explotación, es posible reducir el número y la escala de los incendios, así como la reducción de carbono asociada a los mismos. Recuerda que los incendios emiten grandes cantidades de CO2. Malo porque los últimos datos muestran que la deforestación ha comenzado a aumentar nuevamente, en gran parte debido a las políticas del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. De hecho, el debilitamiento de los controles ha permitido una aumento de las prácticas de deforestación ilegales y no gestionadas.

” La extensión anual de áreas con actividad anormal de incendios está significativamente correlacionada con la de áreas con anomalías en la deforestación, pero no correlacionado significativamente con el de las zonas con déficit hídrico. Nuestros resultados sugieren que la mayoría de los incendios intensos en la Amazonía desde 2003 no ocurrieron bajo condiciones anormalmente secas. un estudio informa en su resumen mientras que el otro señala que ” los incendios sin precedentes de 2020 no solo fueron el resultado de condiciones climáticas atípicas sino también una consecuencia de la intensificación de las actividades humanas relacionadas con el fuego “.
Una recopilación de datos sin precedentes
Para llegar a estos resultados, los investigadores compilaron un conjunto de datos satelitales de alta resolución e inventarios nacionales de uso de la tierra para formar un registro climático que captura en una sola línea la evolución de los incendios de bosques, la deforestación y la anomalía del agua del suelo. La red informática cubre todo el Amazonas y tiene una resolución de diez kilómetros por diez kilómetros. En particular, permite revelar los tipos de ecosistemas que son los más afectados.
Con un aporte del 32% al área quemada en promedio anual, la tierra agrícola es el bioma más afectado, seguida de los pastizales naturales y bosques primarios con 29% y 16%, respectivamente. ” El fuego se utiliza para preparar áreas para cultivos o pastos, pero el fuego es un peligro para el bosque y su biodiversidad, pero también para la sostenibilidad de la agricultura misma. “, explica Luiz Aragão, coautor del artículo. ” La solución sería desarrollar una planificación estratégica del uso de la tierra en todos los niveles de gobierno y en todos los sectores de la sociedad, con asistencia en el uso de técnicas más avanzadas. “.
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