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En Singapur, el antivax ya no estará cubierto para los tratamientos anti-Covid-19
Según un comunicado emitido el lunes pasado, los hospitales de Singapur ya no brindarán atención médica gratuita a los pacientes no vacunados que padecen Covid-19. Algunos encontrarán este enfoque duro, otros justo. Por su parte, el país justifica su anuncio aludiendo a la extrema presión que ejercen los pacientes no vacunados sobre el sistema de salud.
Durante las últimas quince semanas, el crecimiento de nuevos casos de Covid-19 en Singapur se ha estabilizado, al igual que el número de pacientes de cuidados intensivos, aunque este último sigue siendo elevado. Según las autoridades locales, los avances en la vacunación y las inyecciones de refuerzo han contribuido en gran medida a moderar la violencia de la pandemia. Sin embargo, creen que quienes no están vacunados continúan representando de manera desproporcionada la mayor parte de los casos graves ingresados en cuidados intensivos, lo que ejerce presión sobre el sistema de salud.
El antivax tendrá que pagar para ser tratado.
En respuesta a esta situación, Singapur ahora está adoptando un enfoque radical hacia las antivacunas. Los hospitales de todo el país ya no brindarán atención médica gratuita a los pacientes afectados por la enfermedad que voluntariamente rechacen la vacuna, según un comunicado difundido el lunes. En esencia, las autoridades creen que las personas resistentes a la vacuna Covid-19 deben estar preparadas para pagar el tratamiento.
Recordemos que en tiempos normales, Singapur tiene un sistema de salud privatizado. Este último es luego “subsidiado” por el gobierno de acuerdo con las enfermedades. Como parte de la pandemia, las autoridades han pagado excepcionalmente toda la atención médica relacionada con Covid-19 de forma gratuita. De ahora en adelante, solo los vacunados podrán beneficiarse de ella.
Tenga en cuenta que este anuncio es solo para aquellos elegibles para la vacunación. De hecho, los niños menores de doce años que no estén vacunados, así como las personas médicamente exentas, seguirán estando cubiertos.
Esta decisión no pone a todos de acuerdo, según informa IFLScience. Cuando algunos denuncian una negación de la equidad, otros apoyan esta decisión, destacando el impacto extremo de los pacientes no vacunados en el mundo hospitalario.

Esta no es la primera vez que los hospitales imponen restricciones a las vacunas a través de las autoridades. En los últimos meses en Estados Unidos, varios establecimientos médicos han estado dirigiendo la donación de órganos en particular a pacientes que han sido vacunados contra Covid-19, relegando a los no vacunados al final de las listas de espera de trasplantes.
Para explicar esta decisión, los hospitales se refieren al problema de los fármacos inmunosupresores que todo receptor de órganos está obligado a tomar para evitar el rechazo. De hecho, estos últimos promueven el riesgo de infecciones por Covid-19 y aumentan el riesgo de mortalidad entre un 20 y un 30%. Por tanto, los médicos sienten que no pueden permitirse el lujo de “estropear” órganos.
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