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En una carta, Einstein analiza la ‘física desconocida’ que rige el comportamiento de las aves
En una carta analizada recientemente, Albert Einstein sugirió que podría haber un vínculo entre las migraciones de aves y los procesos físicos “desconocidos”. Este pensamiento surge décadas antes de que los investigadores se dieran cuenta de que algunos de ellos podrían estar usando la física cuántica para navegar largas distancias.
Una carta autenticada de Einstein
Hace tres años, Adrian Dyer del Royal Melbourne Institute of Technology en Australia publicó un estudio que sugiere que las abejas son capaces de resolver sumas y restas simples. Frente a su radio, Judith Davys, jubilada, se entera de estas matemáticas elementales grabadas en insectos y rápidamente establece la conexión con una carta que Einstein le había escrito a su esposo. en 1949 para expresar ideas similares.
A partir de entonces, se puso en contacto con el investigador para entregarle este escrito. Un equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde Einstein legó varias de sus notas, cartas y registros tras su muerte, se encarga de autenticarlo: estas son precisamente las palabras del físico.
En ese momento, el esposo de Judith Dvys estaba trabajando en los primeros sistemas de radar de la Royal Navy británica. Luego pareció haber desarrollado la idea de que algunos animales podrían usar métodos similares para navegar. Un día, tomó una hoja y un lápiz para escribirle al físico, evocando notablemente las capacidades de ecolocalización de los murciélagos y la percepción de la luz polarizada por las abejas.
Un “proceso físico desconocido”
Einstein, que recibió esta nota (desde que se perdió), le respondió. Esta carta mecanografiada es relativamente corta (solo unas pocas oraciones), pero da testimonio de pensamientos similares del físico sobre el comportamiento animal.
Sugiere, en particular, la posibilidad de que los estudios sobre las capacidades de navegación de determinadas aves durante las migraciones de larga distancia puedan “un día conducirá a la comprensión de un proceso físico desconocido“. Este descubrimiento podría, según él, permitir importantes descubrimientos para la humanidad.

Hoy en día, los científicos todavía se preguntan cómo los animales, como las aves y otros insectos voladores, pueden encontrar el camino de regreso a largas distancias. Tenemos algunas respuestas. Algunas aves, en particular, confiar en la geografía (montañas, ríos y otras costas) para la orientación, así como en el magnetismo terrestre.
Más curiosamente, hace unos años, en la revista Genome Biology, los científicos también sugirieron que un sentido magnético en las aves que les permite navegar durante las migraciones podría ser basado en procesos físicos cuánticos integrado en proteínas llamadas criptocromos. Este descubrimiento ahora se hace eco de las sugerencias del famoso físico.
“Aunque Einstein no pudo haber sabido en ese momento que las migraciones de aves podrían aprovechar los procesos físicos cuánticos, su carta a Davys muestra rastros de la percepción excepcional de las ideas por las que era famoso.“, Concluye Adrian Dyer.
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