Los ingenieros estadounidenses se preparan para enviar la primera parte del electroimán pulsado más grande y potente jamás construido a Francia. Una vez ensamblada, la estructura ayudará a alimentar el núcleo del reactor de fusión más grande del mundo, ITER.
Treinta y cinco países están cooperando actualmente en un proyecto llamado ITER (“el camino” en latín). La idea: construir un reactor de fusión nuclear gigante. Esto verá la luz del día en Saint-Paul-lès-Durance, en las Bocas del Ródano.
En los últimos años, la empresa Vinci se ha propuesto construir la estructura del reactor. Ahora que se ha completado este trabajo, el trabajo de montaje en el propio reactor pudo comenzar el pasado mes de julio y aún está en progreso. En unas semanas, uno de los centros de mesa de esta increíble estructura llegará al lugar.
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El corazón palpitante del reactor
Los ingenieros de la empresa estadounidense General Atomics se preparan para enviar la primera de las seis partes del solenoide central, el electroimán. el más poderoso jamás construido.
Este módulo pronto llegará al Puerto de Houston desde San Diego a través de un enorme tractor de 24 ejes. Desde allí, se enviará en barco a principios de julio a Marsella, para una llegada prevista para finales de agosto. A continuación, se enviará a la instalación de ITER. Será igual para los cinco módulos restantes. Estos se completarán en los próximos años.
Una vez ensamblado, este imán central tendrá 18 metros de alto y 4,3 metros de ancho para aproximadamente 1000 toneladas en la escala, y será capaz de producir un campo magnético de medición de 13 teslas.
Cada uno de estos módulos individuales es esencialmente una bobina enorme que contiene más de cinco kilómetros de cable superconductor en niobio. Luego, cada estructura se trata en un horno grande durante varias semanas para aumentar aún más su conductividad, después de lo cual los cables se aíslan y la bobina se enrolla en su forma final.
Sabemos, gracias a la ley de inducción de Faraday, que la electricidad que pasa a través de un cable genera un campo magnético perpendicular a ese cable. Cuando este cable se enrolla, la corriente eléctrica produce una campo magnético circular. En este solenoide central, cada bobina será responsable de amplificar la fuerza del campo magnético, lo suficiente para permitir la control de reactivos inestables fusión nuclear.

Control de plasma
Para dominar la fusión nuclear, que funciona en el corazón de las estrellas, los ingenieros están desarrollando reactores llamados tokamaks, en cuyo interior calientan deuterio y tritio a más de 100 millones de grados Celsius hasta formar una nube de plasma. A esta temperatura, los átomos se fusionan liberando grandes cantidades de energía, que pueden utilizarse para generar electricidad.
Por el contrario, para que la fusión nuclear sea una opción viable, esta reacción debe mantenerse a una velocidad constante. Aquí es donde entra el solenoide central. De hecho, es su poderoso campo magnético el que mantendrá el plasma dentro del tokamak.
Respecto a todo el proyecto, aún se espera que la construcción del ITER esté terminada en 2025, a pesar del impacto de la pandemia. El proyecto alcanzará su máxima potencia en 2035, produciendo alrededor de 500 megavatios de energía térmica, suficiente para alimentar 200.000 hogares. Como recordatorio, este es solo un proyecto experimental que tiene como objetivo sentar las bases de futuros reactores de fusión capaces de suministrar energía a varios millones de hogares.
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