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La toxina botulínica reduce el estrés y la ansiedad, encuentra un estudio

Un metaestudio reciente ha demostrado que la toxina botulínica (mejor conocida como botox, su nombre comercial) tiene efectos ansiolíticos y antidepresivos, independientemente del lugar de la inyección.

Una toxina con múltiples cualidades

La toxina botulínica es una molécula producida naturalmente por la bacteria. Clostridium botulinum. Esto tiene la particularidad de inhibir la transmisión nerviosa en los músculos y por lo tanto evitar su contracción. En cosmética, esta toxina más comúnmente llamada “botox” se utiliza para relajar y suavizar las diversas arrugas del rostro. Sin embargo, el uso de toxina botulínica no se limita al tratamiento de las arrugas. De hecho, este último también es eficaz para reducir los espasmos musculares y el exceso de sudoración. El Botox también alivia las migrañas y el fenómeno de la incontinencia.

Sin embargo, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports el 21 de diciembre de 2021, se ha descubierto otro uso de Botox. Esta investigación realizada por la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) tiende a demostrar la efectividad de la toxina en el tratamiento para la ansiedad y la depresión. Además, el lugar de la inyección no influiría en esta misma eficacia. Esto también es bastante paradójico ya que consideramos que el botox es uno de los venenos más poderosos debido a sus propiedades neurotóxicas.

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Crédito: Miljan Živković / iStock

Un nuevo efecto positivo del botox

Para llegar a esta conclusión, los científicos revisaron un gran base de datos involucrando a 40.000 pacientes. Recopila información sobre los efectos secundarios informados a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la administración gubernamental de alimentos y medicamentos en los Estados Unidos. Según los investigadores, esta base de datos estaba destinada a permitir la descubrimiento de posibles efectos nocivos que potencialmente habría pasado desapercibido en los ensayos clínicos.

Luego, los investigadores decidieron hacer la pregunta al revés, tratando de descubrir nuevos efectos positivos. Entonces compararon el frecuencia de los trastornos de ansiedad en usuarios de toxina botulínica con los de un grupo de control. Luego desarrollaron un algoritmo para encontrar diferencias estadísticas entre usuarios de botox y pacientes que han recibido otros tratamientos.

Según los resultados, el riesgo de ansiedad disminuye del 22 al 72% en el caso de usuarios de toxina botulínica. Esta disminución se refiere a cuatro de las ocho afecciones y lugares de inyección que se tuvieron en cuenta en el estudio. Estos incluyen los músculos de la cara y la cabeza para un tratamiento inicial contra las migrañas, los músculos de la cara nuevamente en el contexto del uso cosmético o los músculos del cuello (tortícolis). También mencionamos las extremidades superiores e inferiores para el tratamiento contra los espasmos musculares.

Tenga en cuenta que el mismo equipo de investigadores ya había realizado un estudio en 2020 que sugiere que el botox podría penetrar las estructuras del sistema nervioso central y actuar positivamente sobre la ansiedad y los síntomas depresivos


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