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Los rovers lunares europeos realizan pruebas simuladas en el Etna
La Agencia Espacial Europea ha probado sus nuevos rovers en el Monte Etna, Sicilia (Italia), allanando el camino para futuras misiones de exploración. Un día, todas estas máquinas podrían ser controladas por astronautas de la estación espacial Gateway en órbita lunar.
Los sistemas robóticos heterogéneos, autónomos y en red se han estado desarrollando desde 2018 como parte de ARCHES de la ESA, piloteados por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Este proyecto implica una serie de diferentes robots y áreas de aplicación. Entre ellos se encuentran la vigilancia ambiental de los océanos o la prestación de asistencia durante crisis terrestres. Varios de estos robots también se están desarrollando como parte de un futuro exploración lunar.
Recientemente, varios de estos robots fueron probados en las laderas del Etna. De hecho, el volcán siciliano tiene algunas similitudes geográficas con la Luna, incluidos sus paisajes de lava y una superficie granulada.
A diferencia de los rovers de Marte, que son operados desde la Tierra, estos vehículos lunares serán controlados por astronautas que orbitan la Luna a bordo de la estación espacial Lunar Gateway. Eventualmente, este complejo orbital facilitará el viaje regular hacia y desde la superficie de la Luna. Debe ser ensamblado hacia el final de la década.
Experiencias de tamaño real
Como parte de estos ensayos, los investigadores desplegaron el robot Rover ligero Unidad 1 (LRU1), que se asemeja a WALL-E, el famoso personaje animado de Pixar. Iba acompañado de su hermano: Rover ligero Unidad 2 (LRU2). Equipado con un brazo y una mano robóticos, LRU2 puede agarrar objetos pequeños y brindar retroalimentación táctil. Eventualmente, los astronautas podrán “sentir” virtualmente las piedras lunares desde la distancia. Este rover también puede determinar la composición química de las muestras recolectadas con un espectroscopio láser. Finalmente, un dron llamado ARDEA fue responsable de guiar a LRU1 y LRU2 a través de su esfuerzo.
El ex astronauta alemán Thomas Reiter controló a todas estas hermosas personas desde una sala de control en la cercana ciudad de Catania, ubicada en unos 23 kilómetros del sitio.


Los equipos probaron varios escenarios. Uno de los experimentos involucró a los rovers entregando muestras de rocas a un módulo de aterrizaje lunar simulado. En otro experimento más, se encargó a los robots que establecieran un observatorio astronómico simulado en las laderas del monte Etna, fingiendo que era el lado oculto de la Luna.
Los robots también distribuyeron pequeñas antenas de radio de baja frecuencia en el suelo. En la Luna, este tipo de instrumento podría permitir la detección de señales de radio de galaxias lejanas.
” Esta es una de las primeras veces que colocamos nuestro robot en el duro entorno del Etna.“, dice Thomas Krueger, uno de los líderes del proyecto. ” Realmente tratamos de acercarnos lo más posible a los escenarios reales. Si dominamos esto, estamos realmente seguros de que estas tecnologías pueden desarrollarse aún más para ser parte de la próxima misión lunar.“.
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