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no todos los alimentos son ecológicamente iguales

Hoy en día, cada vez más personas quieren saber si el contenido de su plato es sostenible o no. Sin embargo, no todos los alimentos tienen el mismo impacto en el medio ambiente en términos de consumo de agua o emisiones de GEI.

Una infografía para verlo más claro

Muy a menudo, el mundo de la agroalimentación es objeto de críticas dirigidas a determinadas prácticas o abusos, como el sobreenvasado o el despilfarro. Sin embargo, los alimentos en sí no son no iguales en términos de huella ecológica. Una infografía del diario alemán Die Zeit traducida y republicada por Courrier International da testimonio de estas diferencias. El documento incorpora los alimentos de consumo cotidiano teniendo en cuenta principalmente las emisiones de CO2 (principal gas de efecto invernadero) así como la cantidad de agua utilizada para su fabricación.

Muy rápidamente, es posible darse cuenta de que la carne de res es el alimento con la mayor impacto en el medio ambiente, y por lo tanto el clima. En efecto, la producción de un kilo de este tipo de carne requiere 1.000 litros de agua y genera nada menos que 17,5 kg de CO2 equivalente. Sin embargo, otras carnes (cordero, cerdo y pollo) también tienen una huella importante. Por lo tanto, no es de extrañar que las personas que desean actuar contra el calentamiento global decidan dejar de comer carne.

infografia de comida
Créditos: Die Zeit / Courrier International

La carne no es la única preocupada

La cuestión del agua es recurrente con respecto a la alimentación. Nuevamente, la carne requiere un suministro sustancial de agua ya que los agricultores cultivan alimentos para alimentar al ganado. Sin embargo, un alimento de un tipo completamente diferente destaca de lejos en lo que respecta al consumo de agua: la almendra. De hecho, usamos nada menos que 7.000 litros de agua por cada kilogramo producido. Mencionemos también la fecha con casi 3.000 litros de agua por kg.

Ya se trate del consumo de agua o de las emisiones de CO2, incriminar solo la carne no es muy justo. Algunos productos tienen un relación CO2/agua insostenible, como espárragos, cerezas, cacahuetes o incluso pasta. También debemos mencionar los huevos, que emiten mucho CO2 sin consumir mucha agua, o incluso los albaricoques, cuya producción requiere mucha agua para unas emisiones de CO2 muy bajas.

Por lo tanto, tratar de entender si el contenido de nuestros platos es sostenible no es tan obvio. Por lo tanto, es necesario considerar cada alimento y tomar nota de las emisiones de CO2 y el consumo de agua necesarios para su producción. Por último, ten en cuenta que una de las claves de una nutrición sostenible es preservación del agua dulce. Naturalmente no muy disponible en la Tierra, éste es vital y no constituye un recurso ilimitado.