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Noruega: un gran proyecto de almacenamiento de carbono
Noruega invertirá más de 1.700 millones de euros en un proyecto de captura, transporte y almacenamiento de carbono. El proyecto llamado “Longship” abordará las emisiones de una planta de cemento para almacenarlas en un lecho de roca en el fondo del Mar del Norte.
Extinciones, enfermedades, olas de calor, sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar… los efectos del cambio climático se están acelerando y serán cada vez más evidentes en las próximas décadas. Si queremos asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones, es imperativo reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, en particular CO2. Podemos hacerlo sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables, o optando por una dieta baja en carbono, entre otros medios.
Sin embargo, algunas industrias no son realmente propicias para las reducciones de GEI, en particular la del cemento. Sin embargo, las fábricas de cemento por sí solas representan alrededor 8% de las emisiones globales de GEI. Si las fábricas de cemento fueran un país, serían el tercer mayor emisor del mundo detrás de China y Estados Unidos.
Capturar y secuestrar emisiones de CO2
Por tanto, para contrarrestar este tipo de contaminación, la captura, transporte y almacenamiento de emisiones (CAC) son fundamentales. Concretamente, el objetivo es evitar la liberación de carbono a la atmósfera y encerrarlo en formaciones geológicas. La técnica aún es inmadura y muy cara. Además, también necesita la “geología adecuada” para secuestrar carbono. Esta es la razón por la que este tipo de enfoque no se ha aprovechado completamente hasta ahora. ¿Y si necesitáramos un ejemplo?
Noruega, que apunta a la neutralidad de carbono a partir de 2030, propone ser este ejemplo. De hecho, el país tiene buenas condiciones geológicas y dice que está listo para invertir el dinero necesario en un proyecto pionero llamado “Longship”. En este sentido, el gobierno noruego está trabajando con varias decenas de empresas, entre ellas Equinor, Shell y Total.
Las primeras operaciones de captura se llevarán a cabo en la planta de cemento Norcem en Brevik. Desde allí, el CO2 será transportado por mar a Øygarden, en Hordaland. Luego, los GEI se integrarán en tuberías que se almacenarán bajo el Mar del Norte, en un lecho rocoso ubicado aproximadamente 2.600 metros bajo el fondo marino. Según los investigadores, hay suficiente lecho de roca en esta área para almacenar las emisiones actuales de Noruega. por mil años.

Este proyecto parece muy ambicioso, pero Noruega es muy consciente de que no podrá hacerlo solo. Según el Global CCS Institute, en 2020, las operaciones de captura, transporte y almacenamiento de emisiones de CO2 ofrecieron una capacidad de alrededor de 40 millones de toneladas por año, con 50 millones de toneladas adicionales por año en desarrollo. A modo de comparación, el mundo emite aproximadamente 38 mil millones de toneladas de CO2 cada año. Por tanto, el gobierno noruego fomenta la cooperación internacional para promover el desarrollo y la comercialización de nuevas tecnologías.
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