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¿Qué es el Síndrome de París?
Considerada una de las ciudades más bellas del mundo, París sorprende de mil maneras. Sin embargo, algunos no pueden disfrutarlo y sufren náuseas, vómitos y otras alucinaciones. Estas personas padecen el “síndrome de París”, un análogo de los síndromes de Stendhal y Jerusalén. Pero que es exactamente? ¿Quién tiende a verse afectado por ella? Y por qué ?
Aunque no figura en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), el síndrome de París es reconocido por muchos expertos como un fenómeno muy real. Afecta principalmente a la turistas japoneses por dos razones. Por un lado, la cultura japonesa históricamente ofrece un sistema de creencias y una trayectoria de desarrollo completamente diferentes a los europeos. Además, los turistas japoneses a menudo se confunden con la brecha entre la realidad y su visión idealizada de la ciudad.
Según Mathieu Deflem, profesor de sociología en la Universidad de Carolina del Sur, la cultura japonesa tendría una visión algo romántica de París. Esto se debe en gran parte a la forma en que se retrata la ciudad en películas como El fabuloso destino de Amélie Poulain (2001) y en libros como Proust en el Majestic de Richard Davenport-Hines (2006), La felicidad de las damas (1883) de Zola o incluso París es una fiesta por Ernest Hemingway. Para el investigador, estas obras nos dan una imagen muy romántica de la capital. Sin embargo, esta imagen ya no es realista.
París ya no es la Francia de antaño
En 2014, un estudio firmado por Condé Nast Traveler nombró a París como la cuarta ciudad más hostil del mundo. Hace dos años, un estudio de la revista CEOWORLD también otorgó a París el título de ciudad más ruda de Europa. Según una encuesta publicada recientemente, París tampoco es muy amigable con los expatriados.
” Por lo tanto, en la cultura popular, París se presenta de una manera que no refleja las realidades de la ciudad, especialmente en los últimos tiempos, cuando gran parte de París ya no es la Francia de antaño.“, apunta el investigador. Por el contrario, Japón ofrece una cultura que siempre es muy ordenada y educada.

Estas diferencias culturales, junto con las expectativas románticas posiblemente no satisfechas, explicarían por qué algunos visitantes se sienten tan mal con París.
Por lo tanto, el síndrome de París debe ser considerado como un forma extrema de choque cultural. Los síntomas asociados con esta condición son similares a los experimentados debido a la ansiedad. De hecho, las señales relacionadas con la respuesta de lucha o huida se envían al estómago y luego modifican la forma en que el sistema digestivo procesa y digiere los alimentos, lo que provoca náuseas. En casos particularmente extremos de ansiedad, esta náusea también puede provocar vómitos, desorientación y otras reacciones físicas.
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