A medida que los proyectos de impresión 3D de viviendas se multiplican en todo el mundo, surge una pregunta. ¿Puede esta tecnología realmente revolucionar la industria de la vivienda? Esto no es tan seguro.
Contenido
La impresión 3D tiene ventajas innegables
En los últimos años, muchos proyectos de construcción apoyado por la impresión 3D se llevaron a cabo. Citemos, por ejemplo, la empresa ICON y la asociación New Story, que trabaja en Estados Unidos. Su observación fue la siguiente: en el mundo, más de mil millones de personas no tienen acceso a viviendas saludables. En 2018, el dúo presentó una primera imprenta económica y tiene como objetivo realizar proyectos a gran escala, especialmente en El Salvador. Hay que decir que en determinados sitios, el uso de la impresión 3D permite reducir los costos de construcción. Las tecnologías también evolucionan como lo demuestra el tiempo de construcción. En 2019, las impresoras 3D S-Squared (SQ3D) utilizaron su impresora 3D de tamaño XXL para construir una casa de 46m² en solo una docena de horas.
En algunos países, la impresión 3D para viviendas va en aumento. De hecho, los promotores muestran grandes promesas en cuanto al presupuesto y el diseño. Como explicó The Guardian en un artículo del 19 de marzo de 2021, la compañía Mighty Buildings imprime en 3D partes de una casa en su propio sitio antes de transportarlas al sitio de construcción. Según ella, el proceso es 80% automatizado y el tiempo requerido para la construcción se redujo en un 95%. Los profesionales ahorran tiempo, pero también dinero, lo que permite ofrecer viviendas en el mercado a casi la mitad de precio.

Varios obstáculos que son difíciles de superar.
Sin embargo, parece que la impresión 3D es incapaz de revolucionar por completo el sector de la vivienda. Según un artículo del New York Times fechado el 29 de enero de 2021, el problema de la vivienda es ante todo ciudadano. La precio por m² en algunas ciudades limita los milagros de la impresión 3D cuando se trata de viviendas asequibles. Para Clara Brenner del Urban Innovation Fund, idealmente sería mejor adoptar nuevas políticas de vivienda, particularmente en términos de impuestos, vivienda social, etc.
En definitiva, las esperanzas puestas en la tecnología tienen sus límites. Según Jean-Daniel Kuhn, fundador de la empresa de construcción 3D XtreeE, la impresión 3D no es no necesariamente relevante para construir todos los elementos de una casa. Él explica : “Si se imprimen todos los muros y tabiques, se endurece el edificio, con tabiques que no son removibles, y esto consume más hormigón.“. Además, no es seguro que la impresión 3D sea un modelo de compatibilidad. Desde sus inicios, esta tecnología ha permitido principalmente la construcción de viviendas. Algunos edificios han visto la luz, pero su tamaño es muy pequeño.
Finalmente, ¿cómo no mencionar el impacto ambiental del sector de la construcción? De hecho, es responsable de 18% de las emisiones de GEI en Francia. Por lo tanto, para ganar realmente, la impresión 3D también tendrá que demostrar que su huella de carbono es interesante en comparación con las técnicas convencionales.
Comentarios recientes