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Un experto en psiquiatría advirtió recientemente del riesgo de ver aparecer una ola de hikikomori en Estados Unidos por la situación sanitaria actual. Se trata de un fenómeno originario de Japón que afecta a personas que deciden de la noche a la mañana no salir de casa ante la negativa del mundo exterior.
La pandemia favorecería a hikikomori
El término hikikomori designa a un estado psicosocial y familiar donde las personas se encerrarán en sus casas por tiempo indefinido. En muchos casos, estos individuos no salen durante meses (o incluso durante años en los casos más extremos), salvo por motivos imperiosos. Este fenómeno afecta a más de 600.000 personas en Japón, sintiéndose abrumado por la sociedad. A fines de 2020, también mencionamos el hecho de que la actual pandemia de Covid-19 había empeorado la situación en este país.
Carol W. Berman, profesora de psiquiatría de la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) entrevistada en un artículo de la revista Scientific American, advirtió no obstante del riesgo de que la pandemia pueda generar un ola de casos hikikomori en su país también.
Hay que decir que desde principios de 2020, los distintos episodios de toque de queda y confinamiento o incluso el teletrabajo están en el origen de una especie de “síndrome de la caverna” en muchas personas. Con la lenta pero paulatina vuelta a la normalidad, estas mismas personas tienen que volver a acostumbrarse a la sociedad: salir, ver amigos y volver a su entorno profesional. Sin embargo, esta es una condición bastante normal que no debe ser confundido con hikikomori.

Una diferenciación importante
Para respaldar su advertencia, Carol W. Berman mencionó a un ex paciente suyo que tenía trastorno bipolar. Anteriormente, a este último le encantaba viajar y era una persona dinámica. Debido a una lesión en la columna y una larga rehabilitación física, la paciente se encerró en su casa y poco a poco rechazó todo contacto con el mundo exterior. El psiquiatra le había recetado algún medicamento para el estado de ánimo, pero no le había diagnosticado un trastorno que pudiera justificar este encierro. Por lo tanto, no hay ansiedad, depresión u otra agorafobia, miedo a los lugares públicos y espacios abiertos.
Carol W. Berman se refirió al trabajo de 2010 de algunos de sus compañeros en la Universidad de California, San Francisco. Sin embargo, su estudio se centró en el famoso síndrome de aislamiento social extremo que es hikikomori En ese momento, Estados Unidos no reconocía este síndrome japonés como una enfermedad. La paciente de Carol W. Berman siguió así cinco años de psicoterapia y pudo volver gradualmente a una vida normal. Para el especialista, el peligro es, pues, de los médicos que no puedo notar la diferencia entre un síndrome de caverna y el “comienzo” de hikikomori.
Por supuesto, el hikikomori no esperó a la epidemia de Covid-19 para exportar, particularmente en algunos países asiáticos como Hong Kong y Corea del Sur. También se han observado varios casos en países tan dispares como Estados Unidos, Nigeria y España.
En el caso de la aparición de hikikomori, el entorno de la persona debe alentarlo a salir de casa de vez en cuando para conocer gente y/o hacer ejercicio. En caso de negación del individuo, la única solución para Carol W. Berman es consultar a un psicoterapeuta.
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